Peliculas

Crimen y deseo

De: Phillip Noyce

Un joven miembro del FBI (Jack Huston), recién casado, es enviado a un pueblo de montaña de los Apalaches en el estado de Kentucky. Allí inicia una relación con una joven (Emilia Clarke) de la zona, quien se convierte en su principal informadora. Pero ese vínculo será también romántico lo que pondrá en riesgo a ambos y toda la investigación que él está llevando a cabo. Ella sueña con salir del mundo de marginalidad y drogas en el que vive y él convertirse en el mejor agente del FBI.

Basada en hechos reales y con una voz en off de la protagonista que indica que no está viva, la película anuncia su final, solo basta ver el desarrollo de la historia y saber que fue lo que pasó para llegar a ese punto. El recurso ya lo conocemos y acá no tiene particular interés, salvo el de ponerle pensamientos profundos a un personaje que mientras vivía no tenía ninguno. Emilia Clarke interpretando a una joven adicta de Kentucky tiene una credibilidad cero y eso afecta aun más a este film rutinario y mecánico.

La dirección estuvo a cargo del veterano realizador australiano Phillip Noyce, cuya carrera, salvo algunas excepciones, nunca se caracterizó por ser particularmente brillante. No hay una sola marca particular que nos haga pensar que su presencia es más importante que la de otros cientos de realizadores. Es hora de pensar que estas películas que vemos en streaming hace treinta años hubieran sido un directo a video. El título con el cual se estrena en Netflix parece corroborar ese probable destino.