Peliculas

Nacido para ser rey

De: Joe Cornish

Desde el Hollywood clásico en Technicolor y Cinemascope hasta las obras de Robert Bresson y Eric Rohmer, la Mitología artúrica ha dado material de sobra a la historia del cine. Tal vez el film más logrado en lo que a reconstrucción de la totalidad de la mitología siga siendo Excalibur (1981) de John Boorman, película de la cual Nacido para ser rey sin duda es en parte heredera.

Alex es un niño británico de doce años, noble y valiente, que sufre los problemas de cualquier chico de esa edad. Se enfrenta a los que hacen bullying aun cuando dista de ser una persona violenta o peleadora. Escapando justamente de uno de sus arrebatos justicieros, cae en una obra en construcción donde encuentra la espada del Rey Arturo. La mítica Excalibur está frente a sus ojos y, sin saber realmente lo que ha hecho, consigue sacarla de la piedra. Alex ha sido elegido.

La película tiene una hora inicial muy buena, casi sorprendente, donde el mundo cotidiano de los chicos y el mundo de leyenda de Los caballeros de la mesa redonda combinan sin problema alguno. La presencia de un Merlín (falsamente) joven que luego se convierte en el actor veterano Patrick Stewart es una de las muchas referencias a la película Excalibur. La dama del lago y su forma de tomar la espada será la cita definitiva y homenaje máximo a aquella película.

También el título original encierra una referencia. The Kid Who Would Be King es un juego con el título del film de John Huston, adaptación de Rudyard Kipling, The Man Who Would Be King. Cuando la película pasa a su momento más espectacular, cuando Morgana muestra todo su poder, allí la historia se estanca un poco y pierde gran parte de su encanto. Aun así, con su sentido del humor, su tono liviano o familiar, y con su respeto por el mundo artúrico, la película mantiene la dignidad y se disfruta sin mayores sorpresas ni hallazgos descomunales.