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Rey Tigre

De: Rebecca Chaiklin, Eric Goode

En el 2020 Netflix estrenó la serie documental Tiger King: Murder, Mayhem and Madness, estrenada acá como Rey Tigre. El fenómeno fue tan explosivo a nivel mundial que ya hay una fiebre por encontrar la manera de hacer una película o una miniserie de ficción con alguna estrella en el rol protagónico. Todos quieren subirse al inesperado éxito de estos siete episodios de una historia poco conocida pero tan insólita como atrapante. Netflix mismo intentó extender un poco éxito mintiendo que tenían un octavo episodio que no era otra cosa más que una serie de entrevistas vía web con un tono equivocado a algunos de los personajes de la serie.

El Rey Tigre del título es Joe Exotic, cuidador y dueño del Parque de Animales Exóticos de Wynnewood (también conocido como G. W. Zoo) en Wynnewood, Oklahoma. Personaje excéntrico, loco, raro, con un peinado de los ochenta, amante de las armas, cantante de música country, protagonista de un reality, feliz y abiertamente gay y, por encima de cualquier otra cosa, fanático absoluto de los animales salvajes, en particular los tigres. Un personaje ideal para cualquier ficción y también para tener un canal en YouTube o un reality. Pero si se ve raro y gracioso en muchos aspectos, también sabemos al comienzo de la serie que está preso por contratar a alguien para cometer un asesinato. Su locura apenas se ha desplegado en los primeros minutos de los siete episodios y nos preguntamos cómo podrá durar tanto la serie. La respuesta es sencilla: un antagonista, unos secundarios memorables, un par de vueltas de tuerca que llegan en el momento justo y la descripción de un mundo desconocido para prácticamente toda la sociedad.

La serie se centra en el mundo pequeño pero profundamente interconectado de conservacionistas de grandes felinos. Al personaje de Joe Exotic se le opone Carole Baskin, propietaria de Big Cat Rescue, un santuario de animales que persigue a Joe y a todos los que lucran con los animales. Ambos personajes se odian mutuamente. Pero mientras que Joe Exotic grita a los cuatro vientos que la odia, Carole Baskin es más astuta y simplemente lo combate por su explotación de los animales. Contenida y aparentemente buena, Carole Baskin genera una desconfianza en el espectador mucho mayor que la que produce Joe Exotic. Y él que está en la cárcel al comienzo de la serie es él. La jugada maestra de mostrar al perdedor Joe y sus empleados también todos perdedores vs la mujer civilizada, amable y protectora de los animales pero con un aspecto poco creíble es lo que mantiene el drama en la serie.

Se le agregan otros conservacionistas y coleccionistas de animales salvajes, sin saberse con claridad donde empieza el amor por los animales y donde empieza el lucro puro y el desprecio por la salud y el cuidado de los tigres y otros grandes felinos. Bhagavan Antle, una versión más prolija y en teoría civilizada de Joe Exotic, es otro personaje que eleva la riqueza de la serie y muestra otro pequeño reino de locura y reglas opuestas a la sociedad. Pero este personaje ha creado un mundo propio que se ve más prolijo, más ordenado y sin caer nunca en la locura sincera pero igualmente peligrosa de Joe. En la segunda mitad de Rey Tigre el elenco agrega otros personajes que le suman aún más locura a todo, generando sobre todas las cosas un incómodo cariño, casi piadoso, por ese loco peligroso llamado Joe Exotic.

Joe Exotic (cuyo nombre real es Joseph Schreibvogel y cambia varias veces para convertirse en Joseph Maldonado-Passage) da pruebas, a lo largo de los siete episodios, de su violencia, su paranoia, su uso imprudente de armas y de un odio también fuera de toda normalidad por Carole Baskin. La serie sabe lo que hace y aunque no idealiza jamás a Joe, si muestra como es usado por otros y como su ridiculez absoluta lo expone todo el tiempo, lo hace más vulnerable frente a personas manipuladoras y astutas. Los realizadores, Rebecca Chaiklin y Eric Goode, saben esto y lo aprovechan para bien de la historia. El egocentrismo de Joe lo convierte en un imán para el espectador. No hay cosa insólita que Joe no haya hecho. Su desesperación por ser estrella –finalmente concretada por esta serie- lo llevó a extremos que lo convierten en un personaje que produce rechazo e interés a la vez.

Rey Tigre no es un documental muy riguroso, pero sí es un documental con muchísimo material, Joe Exotic graba todo, muestra todo, comparte todo. La cantidad de registro que aparece en los siete episodios es asombrosa. Pero los directores no están tan preocupados por mostrar una versión auténtica de los hechos como lo están por darle drama, inquietante humor, y una estructura apasionante, pero no necesariamente cercana a una mirada objetiva del material. La película busca entretener, sorprender, generar un antagonismo espectacular sin importarle del todo que tan probado está lo que aparece. En ese aspecto, todas las sospechas sobre la muerte del marido de Carole Baskin son maravillosas para el drama, pero bastante imprudentes a la hora de exponerlas de la manera en la que se lo hace. Chaiklin y Good sabe, mucho antes de llegar a ese punto, que es muy difícil que los espectadores la quieran. Ella parece tan loca como Joe, pero absolutamente hipócrita. Y no es culpa del documental, así se ve ella en todas y cada una de las veces que habla, camina o se queda mirando. Dos o tres personajes muestran nobleza o lealtad y hay un par que parecen no estar destinados a un psiquiátrico o la cárcel, pero incluso esos en algún momento estuvieron allí.

También el documental muestra la pasión por los felinos. La locura por los cachorros de tigre y su magnetismo en la gente. Todo un mundo de personas adictas a estos animales, arriesgando su vida en muchos casos, capaces de todo por estar junto a ellos. Hace varias décadas la actriz Tippi Hedren y su hija Melanie Griffith mostraron esta pasión peligrosa por los grandes felinos, viviendo con docenas de ellos. Lo documentaron en una película llamada Roar (1981) una mezcla entre ficción e inevitables elementos de documental. Un rodaje donde solo de casualidad salieron todos vivos interactuando con estos animales. Por algo fue llamado “el film más peligroso que jamás se haya hecho”. En Rey Tigre este fenómeno se puede ir de control y a nadie parece preocuparle, incluso lo ven como un puerta a un negocio millonario y también a la conquista sexual. Las personas más sensibles al maltrato animal podrán sentirse mal con el documental, aunque en este no se ven maltratos concretos, solo algunas situaciones muy puntuales donde los que corren más riesgo son los humanos.

No es rara la fascinación por los tigres. La gente siempre se sintió atraída por ellos. La literatura no es la excepción. Jorge Luis Borges sentía particular interés por ellos. En su poema El tigre escribió: “Iba y venía, delicado y fatal, cargado de infinita energía, del otro lado de los firmes barrotes y todos lo mirábamos. Era el tigre de esa mañana, en Palermo, y el tigre del Oriente y el tigre de Blake y de Hugo y Shere Khan, y los tigres que fueron y que serán y asimismo el tigre arquetipo, ya que el individuo, en su caso, es toda la especie. Pensamos que era sanguinario y hermoso. Norah, una niña, dijo: Está hecho para el amor.” Recién al final de la serie los vemos correr libres y es una imagen tan emocionante como bella. Los animales más bellos de la creación encerrados en esta excelente serie llena de personajes raros e impredecibles, deformes y oscuros, peligrosos y vulnerables a la vez: los humanos.