Cine Oriental

Un taxista: Los héroes de Gwangju

De: Hun Jang

Corea del sur, 1980. Un taxista viudo que vive con su pequeña hija, necesita dinero para pagar el alquiler atrasado. Cuando surge la posibilidad de llevar a un reportero alemán de Seúl a Gwangju por una importante suma de dinero decide aceptar. Lo que él no sabe es que los levantamientos en esa ciudad pondrán en riesgo la vida de ambos, por ser los únicos capaces de contar la verdad de lo que allí ocurre.

La película empieza con un tono de humor y un ritmo ligero. Amable, simpática, con la sensación de ser la historia de un pícaro, alguien que se las arregla por sobrevivir en Seúl como puede. Sabemos que el taxista quiere a su hija y tiene el recuerdo de su esposa fallecida, pero por lo demás, el guión nos lleva a creer que será una especie de comedia disparatada. Pero cada nueva escena va torciendo, de forma brillante y progresiva, ese tono. La comedia se mezcla con el drama, el drama con el film de corresponsales extranjeros en peligro y para cuando el espectador está dentro de la historia las señales de una tragedia se van multiplicando. Le quedan sorpresas a la película y también momentos de emoción, drama e incluso de acción y suspenso. No le falta nada a esta historia basada en hechos reales. Lo de hechos reales por suerte es para el marco general y no para los muchos detalles bien cinematográficos de la película.

Kang-ho Song, tal vez el actor coreano más conocido en la actualidad, realiza otro de sus protagónicos memorables. Su papel del taxista le queda perfecto. Desde el cinismo aprovechador del comienzo, capaz de hacer pequeñas trampas para zafar de las penurias hasta finalmente descubrir que algo mucho más grande que él requiere una mirada diferente de la vida. Todo ese proceso de comedia costumbrista coreana a film político de acción lo tiene a él como el gran pilar que sostiene el drama de la película. El actor alemán Thomas Kretschmann, cuya prolífica carrera incluye grandes films alemanes y también de Hollywood, es la contraparte clásica frente al gran intérprete coreano.

De algún modo la película es la versión al revés de El año que vivimos en peligro (1982) la obra maestra de Peter Weir, porque aquí el corresponsal es quien le corre la venda de los ojos al local y le muestra una realidad frente a la cual no puede mantenerse indiferente. Un taxista: los héroes de Gwangju (Taeksi woonjunsa, 2017) dirigida por Hun Jang es una mezcla de géneros que representa lo mejor que suele tener el cine de Corea del Sur, es decir películas muy ambiciosas y arriesgadas que son siempre buenos entretenimientos.