Encerrado (Locked, Estados Unidos, 2025) es la remake norteamericana de la película 4×4 (2019) dirigida por Mariano Cohn y escrita junto a su socio Gastón Duprat. Hubo una remake anterior, A Jaula (2022) hecha en Brasil. Más allá del inútil pero divertido ejercicio de las comparaciones, lo más interesante radica en ver hasta qué punto una idea tan sencilla pueda cambiar tanto de un título a otro. La película argentina empezaba a toda velocidad y sin diálogos, con un ladrón bastante resentido metiéndose en una 4×4 en una calle poco transitada de Buenos Aires. En Encerrado, el protagonista tiene un conflicto que lleva tiempo y lo termina empujando a una decisión completamente desastrosa. Eddie Barrish (Bill Skarsgård, también productor) no tiene su furgoneta, está averiada, y no puede retirar a su hija del colegio. Roba la billetera del mecánico y compra unos boletos de lotería. Cuando ya no se le ocurre otra salida luego de hacer muchos llamados pidiendo plata prestada, decide robar un vehículo. Antes, vemos que le da de tomar agua a un perro que está dentro de uno de esos automóviles que desea robar. Eddie es bueno, debe quedar claro eso. Cuando en un estacionamiento encuentra una 4×4 Dolus (una marca inventada) lujosa y abierta, no sospecha que pueda tratarse de una trampa. Pero al entrar queda atrapado. No es un accidente, sino que el millonario dueño del vehículo planificó vengarse de forma muy elaborada. El auto es una fortaleza y no hay salida. Las razones del millonario (Anthony Hopkins) se conocerán con el correr de los minutos.
La película argentina se agotaba al final del primer tercio y esta remake intenta alargar esa parte. Se diferencia luego en el último tercio, porque en Argentina los conflictos son otros y el tema de la seguridad está en primer plano. En Estados Unidos la situación tiene que ver con las deudas y la marginalidad, pero todo termina volando por el aire cuando decide volverse una película de acción. En ambos casos se adivina desde el comienzo lo que pasará y en ambos caso el resultado no es tan bueno, aunque como suele ocurrir, el original siempre tiene un resto. Encerrado es como esas remakes de la década del noventa, donde una idea era transformada en otra, desvirtuando el posible interés de base. Entra en la categoría de película en una única locación, pero cuando quiere romper esa regla desbarranca de manera espantosa. Todo el final es ridículo. Otra remake destinada al olvido.