Gareth Evans es la versión occidental de los directores de violencia oriental del siglo XXI. Más exactamente, él fue quién le mostró al público del mundo el arte marcial indonesio pencak silat a través de su película. Haciendo un documental sobre este tema en Indonesia, vio que el potencial cinematográfico era enorme y decidió realizar una película de acción llamada Merantau (2009) la que a su vez sería el debut de la actual estrella del género, Iko Uwais. Luego de esa primera colaboración, vinieron The Raid (2011) y The Raid 2 (2014), lo que sería un salto a la fama tanto para el director como para el actor.
Estragos (Havoc, 2025) es su nueva película, pero esta vez con una estrella más conocida como protagonista, Tom Hardy. El actor interpreta a Walker, un atormentado policía corrupto, culpable por haber descuidado a su hija y a su ex mujer, tratando infructuosamente de encontrar un rumbo en su decadencia. En un mundo oscuro y violento, él es el menos malo de todos, incluyendo a sus colegas, una violenta banda de policías sin culpa ni límites para lograr sus objetivos ilegales, liderados por Vincent (Timothy Olyphant). Walker también sirve como intermediario para el político local corrupto Lawrence Beaumont (Forest Whitaker). Cuando el hijo Beaumont, otro padre ausente, Charlie (Justin Cornwell), y un par de amigos son señalados por el asesinato del hijo del sindicato criminal chino local, le implora a Walker que lo saque de la ciudad y lo ponga a salvo. Durante el transcurso de una larga noche, Walker intenta rastrear a Charlie y su novia Mia (Quelin Sepúlveda) mientras defiende ejércitos de matones de la tríada y sus antiguos colegas, con la única ayuda de la inteligente e idealista policía novata Ellie (Jessie Mei Li).
El tema de la película es la lealtad hacia la familia y la protección de los seres queridos, entre otros dilemas morales que aparecen, donde apenas un par de personajes logran elevarse por encima de la podredumbre de ese mundo. Pero lo que realmente atrae a la hora de elegir una película de Gareth Evans son las escenas de acción. Quienes nunca hayan visto cine de Indonesia y aledaños, se verán sorprendidos o expulsados por las descontroladas, bellas y muchas veces ridículas escenas de peleas, ya sea a mano limpia, con armas blancas o armas de fuego. Todo vale para entretener. No son pocos los momentos sorprendentes que tiene el largometraje y el trabajo de Evans en ese aspecto es impecable. Donde se vuelve un poco rutinaria es en el exceso de melodrama con vueltas de tuerca, lo que lo emparenta al cine del maestro John Woo, aunque sin su carisma. Estragos es cine de acción puro y duro, con un poco de sangre digital de más, pero igualmente disfrutable. El casting demuestra, además, buen gusto actoral.