Después de la Trilogía de La calle del terror, basada en los libros de R. L. Stine, llega esta cuarta película ambientada en 1988, y cuyos eventos giran en torno a la preparación del baile de graduación de la preparatoria Shadyside. Lori Granger se postula para reina del baile contra el popular grupo femenino apodado “Wolfpack”, compuesto por la malvada Tiffany Falconer y sus amigas Melissa Mckendrick, Debbie Winters y Linda Harper. Lori es marginada por sus compañeros debido a los rumores de que su madre asesinó a su padre, aunque ha sido encontrada inocente. El subdirector Brekenridge pretende que el baile de graduación reinvente Shadyside a pesar de la mala reputación del pueblo. La noche antes del baile, la candidata Christy Renault es apuñalada y asesinada por un asaltante enmascarado, lo que dará comienzo a una serie de crímenes sangrientos.
La calle del terror: La reina del baile (Fear Street: Prom Queen, 2025) es un slasher de manual, una evocación exacta de la clase de películas de terror que brillaron desde fines de los setenta y los ochenta en el cine norteamericano. Dejando atrás la herencia de los precursores del género, esas películas jugaron con la sangre y el sexo adolescente hasta convertirse un furor entre los jóvenes. Aunque Halloween (1978) y Martes 13 (1980) fueron las más famosas, muchos otros títulos tuvieron también su momento de gloria. Esta pequeña película intenta regresar al género a un estado previo al estreno de Scream (1996) película que reavivó el slasher al mismo tiempo que lo puso en una etapa completamente diferente y totalmente autoconsciente. La reina del baile juega a ser muy simple y lo consigue. Es una reconstrucción exacta que no brilla demasiado pero siempre nos hace sentir que volvimos a aquellos años. Sus ambiciones sencillas le permiten dar en el clavo sin rodeos.