Ava (Jessica Chastain) es una asesina que trabaja para una organización de operaciones secretas. Ella con un pasado oscuro, tanto en lo familiar como en lo personal. Aunque es excelente en su trabajo, algunas dudas comienzan a surgir en su conciencia. Esto complica su futuro en la organización. Protegida por Duke (John Malkovich) deberá enfrentarse al líder de la organización, Simon (Colin Farrell).
Al elenco lo completan dos mujeres de acción como Geena David y Joan Chen, en lo que podría haber dado una gran película, un entretenimiento memorable, con la gran Jessica Chastain al frente. Pero a pesar del esfuerzo actoral, la película es la repetición de fórmulas conocidas, de lugares comunes a los que no logra dotar de una identidad o al menos darles un giro de buen entretenimiento.
Demasiados conflictos tiene la protagonista, demasiados traumas para un personaje que suele funcionar mejor si se lo simplifica. Las numerosas golpizas y momentos de violencia necesitan una falta de lógica total. Personas golpeadas y sangrando que se mueven por la ciudad como si nada. Si hay tiempo para preocuparse por estas cosas es porque la película no consigue entretener lo suficiente.