Peliculas

Crímenes del futuro

De: David Cronenberg

Si alguien ve Crímenes del futuro (Crimes of the Future, 2022) no necesita que le digan quien la dirigió. Se trata de una película de David Cronenberg de punta a punta. Una frase parece definir la película: “Las cirugías son el nuevo sexo” dicen un par de veces a lo largo de la historia y todo el mundo Cronenberg se manifiesta a partir de allí. Sexo, horror, cuerpos, deformaciones, órganos, mutaciones y la sensación de que la humanidad está yendo hacia un futuro incierto. Aunque el director tal vez no tenga la perfección de sus mejores films, es posible que esta película sea una de las miradas más inquietantes acerca del futuro.

La historia transcurre en una época imprecisa en un futuro cercano.  Los seres humanos han comenzado a evolucionar de forma notable e inquietante. Debido a los cambios en el entorno, la contaminación y el clima, las personas ya no son como antes, sus cuerpos están cambiando. Ya no hay infecciones ni dolor físico, por lo cual un artista (Viggo Mortensen) con una mutación constante en sus órganos y su compañera (Léa Seydoux) realizan actos donde él se opera a sí mismo y se extirpa órganos que le van surgiendo. También la biotecnología ha logrado avanzar a punto tal de lograr que máquinas y personas interactúen. Algunos seres humanos comienzan también a experimentar cambios espantosos de consecuencias impredecibles. La herencia genética de una generación a otra también empieza a cambiar. Dos burócratas del Registro Nacional de Órganos (Kristen Stewart y Don McKellar) se fijan en el show del artista y deciden investigarlo, pero ellos también quedarán enredados entre la fascinación y el espanto.

David Cronenberg desarrolló la primera parte de su filmografía en su lugar de nacimiento, Canadá. Allí combinó el terror y la ciencia ficción, explorando un género que le pertenece más a él que a nadie: el horror corporal, la monstruosidad del interior de los cuerpos.  Cromosoma 5, Scanners, Videodrome son algunos de sus primeros títulos. Luego le llegaría la fama mundial con su adaptación de La zona muerta, la novela de Stephen King. Su versión de La mosca (1986) mostró su capacidad de ser masivo y revulsivo a la vez. Ese film era el retrato más desgarrador acerca de una enfermedad degenerativa, con un protagonista que mutaba física y mentalmente.

Sin embargo el prestigio le llegó a Cronenberg con Pacto de amor (Dead Ringers, 1988) donde Jeremy Irons interpretaba a dos hermanos gemelos ginecólogos. Almuerzo desnudo (1991) y Crash (1996) fueron apuestas aún más osadas, aunque en tonos distintos. A pesar de su reconocimiento, después de EXistenZ (1999) su cine tomó otros rumbos y recién ahora con Crímenes del futuro regresa a su verdadera identidad. Por lo dicho hasta acá queda claro que hay un gran parecido con su obra previa, incluyendo, desde luego, Crash. En este largometraje estrenado ahora sus temas no son acerca del dolor y el horror físico solamente, también muestra un futuro desolador donde ya no queda muy claro hasta donde el ser humano puede ser considerado tal. Su mirada, protegida por la ficción, es bastante oscura y angustiante. El cine de David Cronenberg, aun siendo ya un director que ha dejado atrás su esplendor, está tan vigente como en su mejor época y aquí muestra que sus fantasías más osadas están encontrando en el presente un realismo cada día más siniestro.