Peliculas

CURVAS DE LA VIDA

De: Robert Lorenz

LA LECCIÓN DEL MAESTRO

Clint Eastwood comenzó a actuar en la década del 50. Pero se transformó en estrella una década más tarde. Luego de papeles secundarios y unos años protagonizando la serie Rawhide, desde Italia le llegaría la oportunidad de ser realmente famoso en cine con la trilogía de western spaghetti que realizó bajo las órdenes de Sergio Leone. Desde aquel entonces, Clint Eastwood se ha convertido en la máxima estrella del cine contemporáneo. Casi cincuenta años de estrellato, algo que nadie más que él puede detentar hoy. Su imagen es tan famosa que hasta los que no ven sus películas saben como es su cine. Su imagen mejoró aun más por el hecho de ser también un director extraordinario, transformándolo en un verdadero maestro para las siguientes generaciones. Eastwood es, desde todo punto de vista, un modelo a seguir. Desde 1993, con En la línea de fuego, dirigida por Wolfgang Petersen, que Eastwood no protagonizaba un film que no dirigía, pero el debut en la realización de Robert Lorenz se convirtió en una obligación para él. Lorenz ha sido durante años asistente de dirección de varios films de Eastwood y productor de otros tantos. Para su opera prima decidió contar la historia de un viejo sabio, así que era casi inevitable pensar que lo hizo para tener como protagonista a su propio maestro. La historia de Curvas de la vida es la de un viejo cazatalentos del béisbol. Gus (Clint Eastwood) sabe todo acerca del béisbol, reconoce aun siendo un anciano, a cualquier gran jugador que aun está jugando fuera de las ligas mayores. Pero los tiempos cambian y el mundo del béisbol también. Entonces entra en escena su hija Mickey (Amy Adams), una abogada camino a convertirse en exitosa dentro de un importante estudio. El reencuentro entre Gus y Mickey trae nuevamente los conflictos entre ambos y las cuentas pendientes, pero Gus está viejo y sólo Mickey lo puede ayudar. Historia de padre e hija, algo que le interesa bastante a Eastwood, como ya demostró en Poder absoluto y Million Dollar Baby, por ejemplo. Lorenz sabe que en su primera película los comentarios acerca de él serán los más obvios. Qué no está a la altura del maestro, que es un Eastwood menor, y otros clichés que se pueden escribir incluso antes de ver la película. Pero ese es el objetivo, agradecerle a un maestro, reconocer su talento y homenajearlo. Clint Eastwood siempre llena la pantalla con su presencia y la película, sencilla y directa, funciona y emociona. En tiempos mediocres siempre es bueno recordar que hay sabios, que hay expertos, que hay gente que sabe de verdad, como Gus, como Eastwood.