Cine Argentino

Historia de lo oculto

De: Cristian Ponce

Cada vez que empezamos a ver una película lo hacemos con la memoria de todo el cine que hemos visto. Por ese motivo, es común que nuestro cerebro intente ubicarla en un lugar, encasillarla, emparentarla con otros títulos anteriores. Historia de lo oculto puede ser colocada desde el inicio como un gran ejercicio de género y de ahí en delante emparentada con películas y cineastas de diferentes épocas y estilos. Pero hay algo injusto en hacer eso si lo anteponemos a la experiencia primaria que tenemos adelante. Historia de lo oculto es sorprendente, divertida, está plagada de ideas y encuentra la manera de tener en vilo al espectador durante todo el tiempo que dura la película.

La historia transcurre en una Argentina paralela, anacrónica aunque sea la década del ochenta. Con detalles insólitos y raros, desde películas norteamericanas protagonizadas por actores argentinos o las islas Malvinas promocionadas como un lugar turístico más.  El programa periodístico de televisión 60 minutos antes de la medianoche promete, en su última emisión, una noticia explosiva vinculada con el presidente de la nación. Al parecer, el primer mandatario pertenecería a un grupo vinculado con una secta oscurantista.

En esa cuenta regresiva observamos también a un grupo de jóvenes que intenta llegar a un objetivo no del todo claro, pero que parece confluirá con la famosa primicia que lo cambiará todo para siempre. Desde el primer minuto la película abre interrogantes que resultan apasionantes. Es un thriller político, una película de ciencia ficción, una historia de terror, un policial negro o incluso una comedia. En un adormecido cine argentino una película así es una rareza total, un alivio entre tantos títulos parecidos entre sí. No una obra maestra perfecta, pero sí una muy por encima del promedio. A pesar de un presupuesto bajo, varias escenas son impactantes y consiguen ser inquietantes. Quienes recuerden la década del setenta y ochenta verán referencias culturales claras, pero que no son en sí mismas el corazón de la película. Más que buscarle un árbol genealógico a Historia de lo oculto hay que esperar que su director y guionista nos entregue pronto otra película así de sorprendente y divertida.