Cine de la india

La venganza del soldado (Jawan)

De: Atlee

La venganza del soldado (Jawan, India, 2023) es una de las grandes nuevas producciones del cine indio, una de las películas que los amantes del llamado cine de Bollywood no deberían perderse. Lo tiene todo, desde sus máximas estrellas, Shah Rukh Khan y Deepika Padukone, hasta sus números musicales completamente innecesarios y memorables. Es un drama de acción con fuerte contenido político, momentos melodramáticos, comedia romántica, algo de fantasía, excesos y una enorme cantidad de giros y escenas que la convierten en esos enormes trenes llenos de cosas propias del cine de alta producción de la India. Al final de la película parece mentira lo mucho que ha pasado en la trama. Se podría decir que las películas de la India no son largas, sino que son cortas, pero en lugar de ser miniseries son largometrajes. Jawan es un ejemplo perfecto de todo lo mencionado y un enorme entretenimiento.

Para resumir mal y pronto la trama, la película empieza con un prólogo de connotaciones míticas. Un hombre (Shah Rukh Khan) que es encontrado moribundo en un río, es salvado por una humilde población aldeana y finalmente, en plena recuperación, se convierte en su máximo héroe al combatir un violento ataque militar contra el lugar. Treinta años más tarde se irá completando la historia hasta que todas las piezas encajen. En pleno Mumbai, Azad (Shah Rukh Khan nuevamente) es el carcelero de una prisión de mujeres que secuestra un tren del Metro de la ciudad con la complicidad de seis brillantes reclusas: Lakshmi, Eeram, Ishkra, Kalki, Helena y Janhvi. Negocia con la oficial del NSG, Narmada Rai (Nayanthara), para pedirle al Ministro de Agricultura que envíe 40.000 millones de rupias a cambio de la vida de los pasajeros. Kalee Gaikwad (Vijay Sethupathi), un traficante de armas mundial, se entera de que su hija Alia es una de las cautivas y acepta financiar el trato. Azad planea donar ese dinero para la condonación de préstamos de 700.000 agricultores empobrecidos del país. Azad y su banda transfieren los fondos a las cuentas bancarias de los agricultores y escapan. Antes de irse, a través de Alia, le revela su nombre como Vikram Rathore a Kalee. Este es solo el comienzo de las aventuras de este Robin Hood de la India, también con algo de El Zorro y Batman, entre muchos héroes encargados de combatir la corrupción del gobierno.

El cine de la India no es tímido a la hora de copiar o plagiar todo cuanto necesite para construir sus historias. Acá la suma de citas o ideas tomadas de otros largometrajes es tan enorme que cuesta memorizarla por completa al terminar de ver las dos horas cuarenta minutos de trama. Es un buen momento para recordar que las grandes películas de acción de Hollywood hoy se están acercando a esas duraciones y que, en muchos aspectos, coquetean bastante con el verosímil indio. Igual son dos cinematografías distintas y no hay otro país capaz de poner el pie en el acelerador como lo hacen los creadores de Bollywood. Quien no esté familiarizado con sus códigos se enfrentará a momentos difíciles de entender. Pero en algún momento hay que vencer prejuicios y tratar de hablar los idiomas de todas las naciones que hacen cine. Jawan es un buen momento para iniciarse.

Estamos frente a una película que busca conectar con el gran público. Su discurso contra el gobierno, los traficantes, los corruptos es muy directo y está en el corazón de la trama. Tiene el corazón de las novelas de capa y espada en tanto no busca una revolución sino el funcionamiento correcto de lo que existe. Tiene el tono nacionalista en favor de la India y un amor por su gente. Los pobres contra los ricos, los honestos contra una casta política mentirosa, capaz de cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder. Ministros de salud mentirosos, explotación de los trabajadores, empresas que destruyen el medio ambiente, contratos fraudulentos que cuestan vidas. La corrupción mata nos dice la película y la mencionada casta, todo un tema en la India, en más de un sentido, ocupa una parte importante de la trama, pero refiriéndose a los que están en el poder y no tanto a las clases sociales.

El cine de la India no se plantea la diversidad en los términos en los cuales se lo hace en los países de occidente. Esto es una enorme noticia, porque puede concentrarse en la trama sin tanta culpa ni policía del pensamiento. Pero sí tiene una creciente preocupación por las mujeres y Jawan consigue mostrar un grupo de heroínas valientes, honestas, víctimas del sistema, luchadoras incansables por el bien. Y, además, capaces de protagonizar escenas de acción y números musicales. Las seis mujeres que acompañan a Azad son un gran grupo y muestran una evolución no forzada de los códigos de las grandes producciones. También hay un grupo de militares del pasado del protagonista, otro grupo de héroes dispuestos a dar su vida. Hay tantos personajes, algunos imposibles de explicar, que parece mentira que sean todos de la misma película. Esa es la generosidad de Bollywood.

Sin ser la protagonista, Deepika Padukone interpreta un rol relevante, ella es Aishwarya Rathore, la esposa de Vikram. Su actuación tiene la fuerza habitual de esta actriz y participa, claro, de números musicales, todos excelentes. La protagonista es Nayanthara, quien interpreta a la oficial Narmada Rai. Curiosamente, la presencia de ambas actrices produce que varias escenas, básicamente los flashbacks, tengan muchos minutos sin Shah Rukh Khan en pantalla. Esto le sirve mucho a la película teniendo en cuenta su duración y la potencia que tiene cuando él aparece. Shah Rukh Khan tuvo en el 2023 un regreso glorioso luego de cuatro años sin protagonizar largometrajes. Pathaan, Jawan y Dunki lo volvieron a colocar como el gigante de la India que es. La venganza del soldado es como su estrella principal. Su intensidad, su fuerza, su locura y sus excesos la definen por completo. Una de las mejores películas de la India del 2023.