Peliculas

Locked Down

De: Doug Liman

Poco a poco la pandemia empieza a aparecer en las películas de ficción. Cuando lo hace de forma metafórica pasa, ya que hay muchas películas que históricamente han tratado temas parecidos. Cuando lo hace de frente, como retrato del presente, resulta agotador e incluso expulsa al espectador. Un planeta entero hablando de lo mismo hace que un cineasta poniendo a sus personajes también en esa discusión se vuelva redundante y aburrido. Sabiendo eso, el director Doug Liman (el mismo de The Bourne Identity y Edge of Tomorrow) decidió mezclar dos cosas: Por una lado un drama con humor que habla de la cuarentena en Londres 2020 y por el otro una película de robo de guante blanco. La apuesta es interesante, porque al menos busca inventar una historia de género.

Linda (Anne Hathaway) y Paxton (Chiwetel Ejiofor) son una pareja en crisis que suspende la separación mientras dura el confinamiento. Viven en una hermosa casa en un precioso barrio de Londres y tienen espacio para convivir. Ella tiene éxito trabajando para una poderosa empresa multinacional y él ha tenido un conflicto en el pasado que le ha cerrado las puertas laborales. Ambos extrañan los años felices, más aún con un presente tan horrible. En la primera parte aparece todo lo conocido. Las compras con distanciamiento, los barbijos, las conversaciones por zoom, los despidos, la angustia, la interacción rara entre vecinos. Acá la película llega tarde a todo, no queremos escuchar lo que sabemos de memoria. Sí es divertido ver que además de los protagonistas hay muchos actores famosos en escenas pequeñas, como Ben Stiller, Mark Gatiss, Ben Kinsley y otros rostros famosos. Lo bueno de que algunos aparezcan solo por zoom, claro.

La segunda parte es aquella donde la película despierta. Vemos a la ciudad de Londres en todo su no esplendor por encontrarse vacía. Vemos nada menos que Harrods también vacío. Y el mentado robo. No hay que decir más, simplemente que el guión está muy poco pensado, que nada cierra, que todo es una tontería al que un espectador dormido igualmente le vería las serias faltas de lógica. Pero la película, con algunos momentos graciosos, tiene una lección guardada: Es mejor ver una mediocre película de robos que una mediocre película sobre cuarentenas. Algo es algo.