Peliculas

Placa de acero

De: Abe Rosenberg

Para los espectadores argentinos México y su cine es tan lejano como cualquier cinematografía. Más allá de los grandes clásicos que todos conocemos y algunos éxitos distribuidos por empresas norteamericanas, México y su producción más comercial, son un misterio. Amazon Prime Video tiene un catálogo de cine mexicano que tiene toda clase de películas taquilleras de todas las épocas, a diferencia de Netflix, que solo tiene algunos títulos recientes. Sin una guía, es casi imposible acercarse a estos títulos, solo es cuestión de arriesgarse, porque también es complicado encontrar muchos textos críticos sobre estos films.

Placa de acero es una Buddy movie mexicana que tiene algo de Tango & Cash, algo de Arma Mortal, algo de Hot Fuzz… y pertenece a la larga tradición de parejas de policías desparejas que debe enfrentar a villanos que parecen invencibles. Roberto S. Recto (Alfonso Dosal), es un policía que hace honor a su apellido, recién egresado de la academia, este brillante oficial se une a la fuerza de policía que lo mira con cierta desconfianza. Le asignan un compañero, Adrián Vázquez, un patrullero corrupto y desganado, que acepta la podredumbre del sistema y no hace nada para cambiar. Junto comenzarán enfrentándose, pero un caso insólito los comienza a unir.

Una serie de homicidios cometidos por un caníbal, producen que estos opuestos decidan investigar y terminen enfrentándose a una peligrosa banda, mientras en los medios se preguntan sobre la posible aparición de zombies. Una comedia de acción realizada con profesionalismo pero que deja la misma sensación que todos estos films realizados en Hispanoamérica. ¿Por qué ver una versión menor de las películas que siempre ha hecho bien Estados Unidos?

Para los espectadores no mexicanos, ningún prejuicio hacia los actores y las situaciones afectará la apreciación del film, pero tal vez limite la comprensión de algunos detalles. La denuncia contra la corrupción y la fuerza del narcotráfico es parte de la historia. Ver policías tan abiertamente corruptos y sobornables es algo cotidiano en varios países del continente. La esperanza de que surjan héroes honestos es algo que no alcanzó todavía al resto del continente, pero en México parece haber funcionado en la taquilla.