Peliculas

ReMastered: Nixon & The Man in Black

De: Barbara Kopple, Sara Dosa

Johnny Cash fue uno de los artistas más importantes del siglo XX, no solo para su país, Estados Unidos, sino para el mundo. Su obra, que abarcó desde la década del cincuenta hasta empezado el siglo XXI, tuvo un sinfín de matices. Aunque merecidamente se lo ha tomado como parte de ese gran género que es la música country, su obra se abrió en todas las direcciones. No es que la música country logró contener su complejidad, sino que Cash con su grandeza fue capaz de expandir los límites de la música country.

El hombre de negro, como se lo apodaba, creció en un hogar humilde y creyente. La muerte de su hermano mayor de tan solo quince años marcó a Johnny Cash para siempre. Sus propios padres lo miraron siempre con algo de reclamo por haber sido el hermano que sobrevivió, siendo que tenían puestas todas sus esperanzas en el primogénito. La vida no fue fácil para el cantante y jamás se olvidó de su dolor y sus privaciones. Le canto a los desposeídos, los marginados y los olvidados. Lo hizo con sinceridad y de corazón.

Aunque a primera vista Richard Nixon puede no parecerse en nada a Johnny Cash, el pasado en común de ambos los une. Nixon tampoco tuvo una infancia fácil y como Cash, sirvió a las fuerzas armadas en su juventud. Su religión -Nixon era cuáquero- lo exceptuaba del servicio, pero Richard Nixon igual entró al ejército en 1942. Durante la Guerra de Vietnam el presidente se encontraba en una verdadera encrucijada, la nación estaba dividida y Nixon necesitaba atraer a los estados del sur para mantenerse en el poder. Johnny Cash, un declarado patriota y creyente, parecía personaje interesante para llevar a la Casa Blanca. Pero Nixon no conocía lo suficiente a Johnny Cash. Tal vez porque el cantante era mucho más complejo de lo que ambos lados del país dividido querían ver. Defensor a ultranza de los derechos civiles, Cash también era un conservador. Podía oponerse a la guerra pero jamás a los soldados. Podía respetar la libertad de quemar la bandera pero también la libertad de portar armas y dispararle al que lo hiciera, según sus propias palabras. Cuando Nixon lo invitó a él y a su familia a dar un concierto en la Casa Blanca, no pudo medir hasta que punto eso podía tener un efecto contrario al deseado.

El documental forma parte de una serie de telefilms que narra diferentes eventos vinculados con la música pero que van más allá de la música. El nombre original, Tricky Dick and the Man in Black tal vez sea menos comprensible fuera de Estados Unidos, pero representa mejor la batalla que ambos desarrollaron en aquella noche memorable. La pelea empezó antes y Johnny Cash llegó mucho mejor preparado, incluso viajó a Vietnam y vio con sus propios ojos lo que pasaba, al mismo tiempo que les cantaba a las tropas. No quiso comprar el discurso de ninguno de los dos bandos, quiso saber él la verdad.

El documental tiene una estructura parecida a la The Battle Over Citizen Kane (1996) de Michael Epstein y Thomas Lennon. Dos grandes figuras cuyo camino se va a cruzar en un choque memorable. La diferencia es que aquí las consecuencias no son tan graves. Las directoras Sara Dosa y la leyenda del documental Barbara Kopple le dan drama a la historia y le ponen ingredientes para que tenga gancho, pero la idea de que el recital terminó en desastre no es tal. Sí es verdad que Johnny Cash se comportó como un caballero, que dijo su verdad de una manera profunda y sofisticada, más allá de la coyuntura, y que no cedió frente a los pedidos políticos del presidente. Pero a Nixon no le cambió la carrera, ya que avanzó con la guerra y fue reelecto años más tarde.

Este telefilm de cincuenta y ocho minutos tiene mucho material sobre Cash y vale la pena. Quienes hayan visto la obra cumbre de Ken Burns Country Music (2019) han visto también la vida de Johnny Cash con lujo de detalles. Esta película funciona como un complemento, demostrando que se podrían hacer diez documentales sobre Cash sin ningún problema. De hecho esta historia es más sobre él que sobre Nixon. Y si quieren seguir con Ken Burns, otro gran documental será de gran ayuda: The Vietnam War (2017). Allí aparece un tema importante que se trata también aquí: La verdad. Las mentiras de Nixon, tal vez lo que más se recuerde de él en toda su larga trayectoria, se oponen a la sinceridad de Johnny Cash. Cash fue polémico frente a los conservadores pero también frente a los liberales. Cash fue auténtico y complejo.

En cuanto a la verdad, el documental tiene dos detalles más. No puede evitar una notable aunque breve referencia al presente, algo innecesario y sin valor en el contexto de lo que cuenta. Y por otro hace una pequeña trampa: nos hace creer que Richard Nixon fue al templo de la música country antes del recital de Cash y esto no fue así. El Grand Ole Opry inauguró su nueva sede en 1974 y Nixon fue el primer presidente en asistir en toda la historia de la legendaria casa del country. La famosa visita se produjo el 16 de marzo de 1974, cuando ya había sido acusado el entorno de Nixon por el caso Watergate. A Nixon le quedaban menos de seis meses en el poder.

Aun así, con estos detalles, el documental funciona perfectamente y todo lo que cuenta es interesante. Estados Unidos tiene una tradición en el género que es imbatible. Pueden hacer docenas de películas y series sobre cualquier tema y que resulten siempre apasionantes.