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Supongamos que Nueva York es una ciudad

De: Martin Scorsese

Diez años después del documental Public Speaking (2010) Martin Scorsese y Fran Lebowitz se vuelven a encontrar para esta serie documental de siete episodios de treinta minutos cada uno. El título en castellano avisa que lo que une a la serie es la ciudad de Nueva York. El título original, Pretend It’s a City, es mucho más inteligente. Dividida en temas, la serie comparte el sentido de humor, la mirada crítica y le coherencia en las ideas de Lebowitz, acompañada por Martin Scorsese en entrevistas públicas y privadas, así como material de archivo de otras apariciones, monólogos y entrevistas de Lebowitz.

Fran Lebowitz, actualmente de setenta años, es una escritora, ensayista y crítica que ama Nueva York y representa la esencia misma de un habitante de la ciudad. Su mirada personal, sus características particulares, su mirada inteligente y su gigantesco sentido del humor la convierten en la persona ideal para escuchar hablar sobre cualquier tema. Scorsese lo sabe y no intenta ocupar más espacio del que corresponde, simplemente es el director y el acompañante que le permite a Lebowitz lucirse su encanto y su inteligencia.

De Scorsese sí podemos disfrutar una preciosa puesta en escena para darle un marco a la protagonista, un material de archivo de cine y televisión usado poco, pero de forma exacta, simplemente para sumar más información a la protagonista. La enorme cultura de ambos personajes hace que cada uno de estos episodios sea la puerta para entrar en otros grandes personajes e historias. La enorme maqueta de la ciudad de Nueva York también es una locación preciosa para ver a Lebowitz charlando y admirando la ciudad.

El consejo para ver la serie es disfrutarla con la misma atención que su protagonista disfruta de la ciudad. Dejarse sorprender, escuchar lo que dice y también reírse con su mirada de las personas y las cosas. Inteligencia y humor con un lenguaje visual muy por encima del promedio de los documentales actuales. Lo mismo que su protagonista con respecto a las ideas que solemos escuchar en ellos. No es para ver los siete episodios de corrido, es mucho mejor ver uno por día y quedarse con la sensación agradable de cada uno de ellos.