The Undoing es una miniserie de seis episodios producida para HBO, protagonizada por Nicole Kidman, Hugh Grant y Donald Sutherland. Está dirigida por Susanne Bier y escrita y producida por David E. Kelley.
Grace Fraser (Nicole Kidman) es una psicóloga de renombre en un gran momento de su carrera, a punto de publicar su primer libro. Tiene un marido que la ama, Jonathan Fraser (Hugh Grant), oncólogo de gran prestigio, y un hijo que va a uno de los colegios más importantes de Nueva York. Elena (Matilda De Angelis), una de las madres del colegio que a pesar de su clase social puede enviar a su hijo por una beca, empieza a acercarse a Grace. Esta enigmática joven llama la atención de la terapeuta, pero antes de que pueda entender que es lo que está pasando, Elena aparece asesinada. El mundo de Grace se cae entonces a pedazos, alguien de su entorno puede haberla matado, incluso Jonathan.
La serie construye el enigma inicial con muchos subrayados, pero buscando generar una genuina cortina de humo parecida a la que sufre Grace. Elena es pura sensualidad y provoca en la protagonista sentimientos encontrados. Una vez que aparezca muerta, se disparará el enigma para saber quién lo hizo. Seis episodios para resolver el enigma. Teniendo en cuenta lo que pasa en esos episodios, se podría afirmar que es una miniserie demasiado larga, a veces se puede contar una historia con mucho menos, pero negocios son negocios.
La estética de la serie insiste en que el mundo perfecto de las clases acomodadas no es tal. Los títulos de apertura buscan ironizar sobre eso. Dream a Little Dream of Me, interpretada por Nicole Kidman, muestra una tensión de un mundo manso con una canción dulce, las interpretaciones pueden ser varias, pero el contraste es obvio. El infierno se puede desatar en cualquier momento en ese mundo, sean culpables o no de crímenes, porque detrás de la fachada la desconfianza es total. No es la propuesta más novedosa, pero igual alcanza para el drama.
A pesar del claro presupuesto, tanto para el despliegue visual y el elenco, la serie elige algunos recursos visuales que lejos de ser sorprendentes, parecen aplicaciones de Instagram, como el fuera de foco parciales, llamativo y feo a la vez, en los planos generales. Algún chiste para darle identidad visual a una serie que detrás de tanto lujo esconde un número bastante limitado de ideas.
Cada capítulo buscará dar una pista que mantenga abierta la trama. Una, dos, tres, una docena, las pistas van y vienen y desvían de un lado a otro la atención. Por momentos de manera muy caprichosa, poco interesante, algo agotadora. Tener a Donald Sutherland interpretando al padre de Grace ayuda bastante, su cara espectacular parece abrir veinte enigmas cada vez que levanta una ceja. Caprichos de un guión demasiado estirado, pero con gran dirección de arte y actores de gran nivel. Paradójicamente es Nicole Kidman la que está un paso atrás, autolimitada por una gestualidad confusa, más expresiva en su vestuario que en su movilidad facial.
A partir de este momento se adelantarán elementos del final de la miniserie, quien no quiere saber cómo termina, puede dejar de leer ahora.
En el cine existe lo que se conoce como la teoría de autor, un concepto que se enarboló para explicar que había algunos realizadores que a lo largo de su filmografía tenían constantes estéticas y temáticas que era fácilmente reconocibles, convirtiéndose así en los verdaderos autores de la obra, más allá de los diferentes guionistas y productores con los que trabajaron, atravesando géneros y países también.
En televisión hay productores responsables de diferentes series con fundamentales elementos en común. David E. Kelley produjo y escribió en el año 2017 Big Little Lies. Esa primera temporada, producida, entre otros, por Nicole Kidman, fue un éxito absoluto y se prolongó a una segunda. Nicole Kidman como productora vuelve en The Undoing pero ya no hay un elenco coral. Lo que queda en común con aquella serie es la idea del grupo de mujeres unidas para hacer justicia contra un hombre. En aquella serie, por mano propia, aquí con un truco que no se sale de la ley y que logra que un culpable termine en la cárcel. Quien tuviera presente que son las mismas personas responsables de Big Little Lies las que hicieron The Undoing podría empezar a deducir como terminaría la cosa. No había chances de que una mujer tuviera la culpa y tampoco que alguien más que un varón blanco de clase alta pudiera cometer un crimen tan atroz. No hablo de ideología, hablamos de hacer una miniserie de suspenso que funcione y termine entregando un final a la altura de sus supuestas ambiciones. La genial Agatha Christie tenía una fórmula para muchos de sus textos y era que el menos sospechoso fuera el culpable. Cuando sofisticó ese esquema logró renovarse y generar un interés que hizo de algunos de esos textos, nuevos clásicos. Aquí el espectador se esfuerza solo para que le digan al final que todo era lo que parecía. Interesante premisa, pero no para seis horas de miniserie con toda clase de trucos para desviar la atención.
Y ese episodio final es en sí mismo un pequeño gran desastre. Se le podía perdonar el disparate hasta el gancho final del episodio 5, donde se tira el último gran tiro de distracción. Pero luego todos los personajes alteran su estructura. La abogada es ingenua y torpe luego de ser brillante e implacable, el hijo realiza acciones que ya no tienen razón de ser cuando se entiende quien es el culpable, el asesino se comporta de forma algo tonta y e infantil luego de que seamos testigos de dos aberraciones sin retorno: Intentar acusar a su hijo y el asesinato en sí mismo. Y la protagonista, cuyo gran plan se desarrolla con frialdad para luego desembocar en una persecución con helicóptero que sirve al guión pero no a la lógica. Una vez destruidos los personajes, la serie ya no tienen a donde ir y el final debe ser abrupto. Pero como la miniserie se basa en el libro de Jean Hanff Korelitz You Should Have Known es posible que el suspenso nunca haya sido parte del plan. Deberíamos haberlo sabido, sin distraernos de las muchas pistas que la trama desparrama en un mar de trucos.