Peliculas

Tony Parke: La última canasta

De: Florent Bodin

Los documentales televisivos de décadas atrás estaban construidos con una voz en off, imágenes de archivo y un tono de aspecto neutral que permitía que el espectador recibiera la información, aprendiera cosas y pudiera entender mejor algún fenómeno, tema o figura. El documental de cine era que tenía mayores riesgos y sofisticación. En el siglo XXI el género explotó, multiplicándose por la facilidad que las nuevas tecnologías le ofrecían y con la llegada del streaming este fenómeno tuvo, además, un mercado completamente novedoso.

Tony Parker: La última canasta (2021) es un documental sobre el jugador francés que brilló en los Spurs y también en el seleccionado de su país. Su carrera es conocida por cualquier amante del básquet y en Argentina se lo conoce aun más por todos los años que compartió equipo con Manu Ginóbili. Luego del éxito descomunal de la docuserie The Last Dance (2020) Netflix puede continuar ese éxito con película. Esta es la historia de un jugador, no de un equipo, y nada se compara con Michael Jordan, Aun así, hay suficiente información y material como para que los seguidores del deporte se vean interesados.

¿Y qué hay del documental en sí? El protagonista es nuevamente el jugador. Es su historia, con su testimonio y el de la gente que lo quiere. No hay un instante de conflicto en ese aspecto, tampoco Parker pierde el tono. El protagonista es mostrado con matices en el documental, pero cuando habla parece otra persona. A diferencia de The Last Dance esta película no logra ni por un instante acceder a una capa de profundidad. Aquella serie era oficialista, pero igualmente mostraba el lado oscuro de su protagonista, tenía una tensión. Jordan tenía el control, pero dejaba que se vieran aspectos menos amables. El motivo por el cual no hay un documental sobre cada excelente deportista que haya existido es justamente que no todos tienen una historia que sirva para ser contada más allá de su talento memorable.

El espectador querrá leer entre líneas y no es mala idea, hay algunas tenciones que subyacen, aunque nunca logren aflorar. Hay muchos buenos momentos que pasan demasiado rápido. Con tristeza y alegría a la vez, vemos a Kobe Bryant dando testimonio, tal vez uno de los mejores. Pero se trata de un documental homenaje. Algo que no tiene nada de malo, pero tampoco sirve para hacer una buena película.