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Un juego de caballeros

Un juego de caballeros (The English Game) es una serie británica de seis episodios producida para Netflix por Julian Fellowes, el creador de Downton Abbey, la más británica de las series del siglo XXI. La acción comienza en 1879, dieciséis años después de las reuniones en The Freemason´s Tavern en Great Queen Street, donde se dio nacimiento a las reglas modernas del fútbol. Allí en Covent Garden, cambiaría la historia del deporte para siempre, pero transcurridos los primeros años aun había mucho camino por recorrer. Para empezar, los miembros de la FA (Football Association) eran parte de uno de los equipos que jugaba y tenían prácticamente la totalidad de los votos en cualquier decisión.

The English Game cuenta la historia de dos caballeros (de ahí la ridícula traducción del título al castellano) de diferentes clases sociales. La clase trabajadora y la clase alta británica. Fergus Suter, proveniente del proletariado de Glasgow, Escocia y Arthur Kinnaird, llamado el Primer Lord del fútbol, y que en su condición de gran futbolista y miembro de la clase alta tenía un estatus de estrella dentro del joven deporte. Suter es contratado por una algodonera junto a su amigo Jimmy Love para trabajar allí pero también para reforzar el equipo Darwen FC. Al enfrentarse por primera vez al equipo de Kinnaird, el Old Etonians, dos ideas diferentes sobre el fútbol, no solo dos clases sociales distintas, entran en colisión.

Un juego de caballeros tiene todos los ingredientes que uno esperan de Julian Fellowes, en particular lo asociado a su máximo éxito, Downton Abbey. Una mirada crítica pero en muchos aspectos amable de la lucha de clases, un retrato de muchos personajes encontrando en cada uno de ellos algo interesante o emocionante para contar. Las series británicas en general saben cómo mostrar esas diferencias con humor y con drama bien equilibrados, con una reconstrucción de época impecable y a la vez un número de licencias poéticas suficientemente alta como para que la ficción sea más interesante que la realidad. Se parece también, en su retrato de clases, a Mr Selfridge, aunque The English Game transcurre en la época victoriana y Mr. Selfridge en la eduardiana.

Divierte y sorprende el salvajismo del comienzo del deporte, con movimientos y situaciones más parecidas al rugby de lo que hoy uno puede imaginar. Es interesante como la inteligencia y la destreza obligaron a que evolucionara este deporte creado para la clase alta, al menos a nivel competitivo. Seis episodios divertidos y algo ligeros hacen que la serie sean sintética y siempre interesante. Aunque la pretensión inicial era la de una miniserie, no se sabe si habrá una segunda temporada. A juzgar por su tono y su eficacia es posible que podamos seguir la historia de estos personajes y del que se convertiría en el deporte más popular del mundo.