Peliculas

Agente Stone

De: Tom Harper

No todas las grandes producciones estrenadas por Netflix son malas, pero si tuvieran que ser la producción de un estudio antes de la era del streaming, ese estudio ya estaría fundido. Su éxito se basa en su público cautivo, no en un genuino mérito cinematográfico. Agente Stone (Heart of Stone, Estados Unidos, 2023) es la nueva película dirigida por Tom Harper y está protagonizada por Gal Gadot al frente de una gran elenco. Gadot, que hoy es mundialmente famosa por interpretar a La mujer maravilla, es aquí la agente del título y su misión consiste en proteger y evitar que un elemento llamado “The Heart” caiga en manos enemigas, lo que pondría en peligro la seguridad de todo el planeta. Una trama de acción bien simple, parecida a docenas de otros títulos desde el primer James Bond hasta la actualidad, con un famoso McGuffin que es la excusa argumental para hacer avanzar la trama. Junto a Gal Gadot están Jamie Dornan, Sophie Okonedo, Matthias Schweighöfer y la estrella del cine indio Alia Bhatt. Un elenco diverso pensado no tanto para cumplir con la diversidad racial, sino más bien con el mercado mundial. Lo mismo que ocurría cincuenta años atrás con las producciones internacionales. 

Lo peor (o mejor) que le podría pasar a un espectador es ver Agente Stone en el mismo año del regreso a las pantalla de Misión: Imposible. Porque ya no sólo se vuelve evidente que se trata de una película irrelevante, sino que la cercanía del film con Tom Cruise expone los motivos de dicha mediocridad. A pesar de poseer un conjunto de elementos atractivos, Agente Stone es un producto particularmente carente de vida, de identidad y de nervio cinematográfico. No existe una escena en toda la película que pueda decirse que es deslumbrante o sorprendente, todo es un larguísimo depósito de situaciones parecidas a otras vistas muchas veces y sin la posibilidad de darles una vuelta de tuerca o algo que las haga verse renovadas. Incluso en esos momentos en los cuales el personaje de Gal Gadot copia alevosamente a la Anne Parillaud de Nikita (1990) dirigida por Luc Besson, el parecido es efímero y la comparación una vez más deja a Agente Stone muy mal parada.

La producción es cara, los actores son famosos, la publicidad hace que todos sepamos que existe, pero la decepción es total. Tal vez la idea sea la de hacer películas así, aunque me cuesta creerlo. Una vez más hay que decir que mientras se piense en la creación de contenidos en lugar de películas, los resultados seguirán siendo estos. Ojalá se empiece a producir al viejo estilo, cuando cada largometraje tenía un peso y un sentido, incluso aquellos que no salían bien. Lo peor de Agente Stone no es ser horrible, sino el estar vacía de todo, casi transparente, a punto tal que no es olvidable al poco tiempo de verla, sino mientras uno la está viendo. Podría ser un monitor de fondo en un bar, pero no algo por lo cuál un ser humano elija pagar una entrada de cine.