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And Just Like That…

De: Michael Patrick King

Secuela de The Sex and the City la serie estrenada en 1998 que a lo largo de seis temporadas fue un gran éxito de HBO. Luego de noventa y cuatro episodios concluyó en el año 2004 y luego tuvo dos secuelas cinematográficas. La primera de las películas se llamó Sex and the City: The Movie (2008) y solo puede ser considerada buena si se la compara con Sex and the City 2 (2010). Mientras se piensa en un tercer film, ahora se estrenan los diez episodios de And Just Like That… (2021) en lo que se considera un esperado regreso de las protagonistas. Al menos esperado por ellas, porque cada una cobró un millón de dólares por episodio.

El tiempo pasa y la serie intenta acomodar su mundo a los tiempos que corren. Ya no son cuatro las protagonistas, son solo tres. Samantha no aparece en esta nueva época porque la actriz Kim Cattrall no quiso participar más del proyecto. La actriz no está, pero la serie intenta exprimir al máximo al personaje, dedicándole charlas explicativas acerca de su destino por parte de sus amigas y algún momento dramático de especial emoción. Siempre, insistimos, sin la presencia de la actriz. Para reemplazarla no hay nada, solo un grupo de personajes secundarios que buscan con notable desesperación mostrarse a la altura de los tiempos que corren.

La idea de la serie es que todos estuvimos criogenados y somos incapaces de entender lo que pasó en el mundo en los últimos quince años. Por eso nos explican todo, absolutamente todo. Hacen chistes bastante malos acerca de las diferencias de época pero mantienen algunos diálogos filosos de la serie original. Los personajes nuevos son estereotipos salvajes que no se llega a saber si son una fina ironía acerca de como el mundo empeoró o si por el contrario son un elogio de los cambios culturales. Como sea, se respira en la serie el terror por desafinar frente a la coyuntura.

El mismo día que empecé a ver la serie vi South Park: Post-Covid, película que transcurre en el año 2061. En una escena un personaje que es conductor de televisión hace un chiste: “Cómo se llama una mujer trans que va a una clínica de abortos? Su nombre es Rebecca, y es una persona fantástica”. Ese es un chiste acerca de la imposibilidad de hacer humor en los tiempos que corren, pero con ese espíritu está hecha la nueva versión de Sex and the City. Para peor, un violento golpe bajo es usado de gancho para llamar la atención, porque definitivamente ya no quedan nuevas ideas y hay que romper las que quedan.