Cine Clasico

Carry On Cowboy

De: Gerald Thomas

No tan conocida a nivel mundial, Carry On es una franquicia de comedia británica conformada por treinta y un largometrajes, cuatro especiales navideños, una serie de televisión y espectáculos teatrales producidos entre 1958 y 1992. Las películas de Carry On, producidas por Peter Rogers, están dirigidas por Gerald Thomas y protagonizadas por un elenco regular que incluía a Sid James, Kenneth Williams, Charles Hawtrey, Joan Sims, Kenneth Connor, Peter Butterworth, Hattie Jacques, Terry Scott, Bernard Bresslaw, Barbara Windsor, Jack Douglas y Jim Dale. El humor de estas películas pertenece a la tradición del Music Hall y también tiene su origen en las postales picarescas junto al mar, un tipo de humor donde se recreaban situaciones graciosas resumidas en una imagen. Desde 1958 a 1992, estos largometrajes fueron evolucionando junto con el humor británico, aumentando poco a poco el contenido sexual, y desde un inicio jugando con las insinuaciones y el doble sentido. La llamada “Saucy British Comedy”, la comedia picante británica, alcanzaría su esplendor en mitad del desarrollo de esta franquicia, influyéndose mutuamente.

Comencé a ver estas películas de forma cronológica para entender cómo fueron cambiando, pero también para reconocer su encanto y poder reconstruir su vínculo con el público a medida que iba volviéndose cada vez más querida por los espectadores. Decidí escribir sobre una de ellas antes de armar una nota sobre la totalidad de la franquicia, que dicho sea de paso es, en algunos aspectos, un récord a nivel franquicias cinematográficas. La primera etapa son todas películas donde un elenco coral desarrolla una actividad en común, generalmente respetable para la sociedad, pero de forma equivocada, construyendo su humor a partir de esto. Carry On Sergeant (1958) transcurría en el ejército, y las siguientes iban por las enfermeras, los maestros y los policías.  Allí se convirtió en franquicia. Luego Carry On fue cambiando, buscando su rumbo y finalmente entrando en su esplendor. Carry On Cowboy (1965) forma parte del grupo más sólido de comedias, aunque una parte de su gracia está en reconocer al elenco principal, cuyo humor funciona, en parte, por acumulación a lo largo de las películas.

Al momento del estreno de esta parodia de las películas del oeste, el género clásico ya había terminado su ciclo. Aunque todavía quedaban varias películas de los maestros, el punto culminante del western había pasado, la televisión lo había adocenado y explotado al máximo y era el momento de la parodia. En Europa nacía el eurowestern, en particular su variable más conocida, la italiana, llamada informalmente spaghetti western. Por supuesto que la parodia ya existía desde la época de Buster Keaton y los Hermanos Marx, siendo explotada luego por todos los comediantes incluyendo a Dean Martin y Jerry Lewis. Hasta en Argentina una comedia western llamada El último cow-boy (1954) con Augusto Codecá parodiaba el género. Pero a la vez Carry On Cowboy es anterior al revisionismo cómico fuerte de Hollywood y a Locuras en el oeste (Blazing Saddles, 1974) de Mel Brooks.

Como comedia paródica esta comedia casi no hace uso del anacronismo pero si del absurdo de varias situaciones y personajes. Hay un forajido despiadado llamado Johnny Finger, más conocido como The Rumpo Kid (Sid James), que llega a la ciudad Stodge City y se convierte en el hombre más poderoso del lugar, a fuerza de matar a quien se le enfrente.  El juez y alcalde Burke (Kenneth Williams) se espanta frente a este maleante y para peor Rumpo mata al sheriff de la ciudad, Albert Earp (Jon Pertwee). Rumpo se hace cargo de la taberna, cortejando a su antigua dueña, Belle (Joan Sims). Pero el pedido de auxilio de la ciudad llega hasta Washington DC, donde -como suele pasar en los films Carry On- no tienen a nadie para mandarles, pero terminan enviando a Marshall P. Knutt (Jim Dale), que es un experto en saneamiento y limpieza, pero que por su nombre confunden con un sheriff. En la diligencia Marshall conoce a Annie Oakley (Angela Douglas), quien viaja a Stodge para vengar la muerte de Earp. Ella es la verdadera heroína secreta de la historia, el personaje más valiente de todos.

El ritmo de la película es de los mejores de la franquicia y los chistes funcionan. El humor picaresco y las insinuaciones se mantienen en el nivel que traían pero, debido al género, quedan algo limitados a un par de situaciones. Una vez más, los dos personajes femeninos centrales son fuertes, leales, inteligentes y valientes, aunque una esté del lado de los buenos y otra de los malos. El elenco es bien Carry On, sumando algunos nuevos pero apostando a los legendarios. Sid James como el villano y Joan Sims como la dueña del salón juegan con el oficio de siempre. Angela Douglas no sólo tiene un gran personaje sino que además trabajará en cuatro película Carry On de la mejor época. Jim Dale tiene un rostro que le hubiera permitido trabajar con Sergio Leone o Sergio Corbucci sin problemas. Pero como siempre los que brillan con luz propia son Kenneth Williams y Charles Hawtrey. Williams interpreta al juez y realiza un personaje del oeste exagerado, con mucho acento americano del oeste, con una actuación diferente a todo. Hasta Sid James, con quien tenía una pésima relación, dijo que este era su mejor papel. Williams es verdaderamente gracioso. ¿Pero qué decir de Charles Hawtrey a esta altura? Sólo verlo aparecer en cada película Carry On produce una carcajada. Acá interpreta al jefe Big Heap (Charles Hawtrey), un jefe indio que es uno de los únicos dos personajes que habla con acento británico. Imaginen a Hawtrey, con sus modales bien ingleses, de clase acomodada, con su condimento extra de amaneramiento, interpretar a un jefe indio. Simplemente brillante. En un elenco donde todos pelean con el acento intencionalmente o no, Hawtrey está especialmente gracioso.

En definitiva Carry On Cowboy es una de las más logradas de las 31 películas de la franquicia, manteniendo la energía de Carry On Cleo, con nuestros actores más queridos, dirección de Gerald Thomas, por supuesto, y guión de Talbot Rothwell, es decir la familia completa. Una parodia de A la hora señalada (1952) convive con El hombre que mató a Liberty Balance (1962) en las escenas finales para demostrar lo que ya sabíamos, la película conoce el género que elige para parodiar, preparándonos para lo que vendría después, nada menos que Carry On Screaming!