Peliculas

Entre la vida y la muerte

De: Arie Posin

Entre la vida y la muerte (The In Between, 2022) es una película romántica sobrenatural que se inscribe sin culpa entre una larga lista de romanticismo cinematográfico adolescente carente de interés. Una explotación del género tan mediocre como la que vemos en otros estilos de films como la comedia, el terror o la acción. Una apuesta sin gracia a muchos lugares comunes sin conseguir que en ninguno de ellos se asome, aunque sea por error, algo interesante. La única chance que tiene un espectador de sorprenderse con esta historia es que sea la primera película que vea en toda su vida. Es poca esperanza a la cual aferrarse, pero es algo.

Sabemos que hubo una tragedia. La película empieza con la pareja protagónica luego de un accidente. Seguimos a partir de allí a la joven Tessa (Joey King), quién ha pasado casi toda su infancia yendo de un hogar adoptivo a otro a punto tal de sentir que el amor no es algo que se pueda cruzar en su vida. La historia nos llevará hacia atrás, al momento de conocer Skylar (Kyle Allen) un joven mayor que ella y cuyo romanticismo le hace creer a Tessa por primera vez en la posibilidad de ser feliz.

La película busca representar el amor perfecto mediante metáforas y acciones puntuales, con una música algo más sofisticada de lo que habitualmente aparece en esta clase de film y con una también inusual cinefilia que incluye a los protagonistas viendo Betty Blue (37°2 le matin, 1986) en una sola de cine. Bueno, nos quieren decir que tienen un gusto en cine y música más “serio” que la película que estamos viendo. No sé si eso es todavía peor o es una manera de mostrar culpa.

El final no decepciona, Entre la vida y la muerte entrega rotundos momentos de mal gusto y sentimentalismo berreta en el esperable final apoteótico que cualquiera hubiera podido imaginar en los primeros minutos. También esboza una serie de reflexiones sobre la fotografía que, hay que insistir, son dignos de adolescentes. SI la película la dirigió alguien que tiene quince años, entonces saludamos su esfuerzo y esperamos algo más complejo de aquí en más.