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Jimmy Savile: una historia de terror británica

De: Rowan Deacon

El nombre de Jimmy Savile puede no ser muy conocido para quienes no estén familiarizados con la cultura popular británica de los últimos setenta años. Sí, desde 1955 Savile fue una figura fundamental de la farándula del Reino Unido. Pero hace pocos años estalló una escándalo sin precedentes alrededor de su figura. Una de las estrellas más importantes de la segunda mitad del Siglo XX era acusado de haber cometido crímenes sexuales durante décadas. No eran denuncias aisladas, lo que ya hubiera sido un espanto, sino que era algo mucho más grande. La conmoción fue tan espantosa que hasta el primer ministro entonces, David Cameron, tuvo que expresarse públicamente sobre el tema. Toda una nación veía como uno de sus héroes mostraba finalmente el horrible rostro de un villano. Todos esos años de doble vida incluían los más atroces crímenes, cometidos en gran parte mientras todos lo consideraban una de las figuras más generosas y solidarias del Reino Unido.

La miniserie documental en dos partes Jimmy Savile: una historia de terror británica narra la vida del popular DJ, legendario conductor televisivo, eufórico deportista solidario y poderoso filántropo que se llegó a codear con Los Beatles, Los Rolling Stones, una parte de la realeza británica, Margaret Thatcher y toda personalidad poderosa e influyente de Gran Bretaña durante décadas. Fue el conductor de varios shows televisivos que hicieron historia, entre los cuales se destacan dos que son legendarios: Top of the Pops (1964-2006) y Jim’ll Fix It (1975-1994). Sumen todo lo mencionado y saquen las cuentas de su popularidad. Era raro y excéntrico, pero era amado por todos. Su cabellera larga y blanca y su gran cigarro eran marcas de personalidad. Lo mismo ocurría con su forma de vestir y sus camperas de colores llamativos.

Si en televisión, radio y conciertos él era un prócer mediático, como personalidad solidaria era una héroe. Reunió millones y millones de libras esterlinas en obras de caridad, organizó y participó de maratones por todo el país y eventos deportivos para recaudar fondos. A eso hay que sumarle que durante décadas fue voluntario en hospitales. Parecía la persona más generosa del mundo. Jamás formó familia y nunca se le conoció pareja alguna, tampoco parecía tener un hogar fijo aunque fuera millonario. Con los años los rumores acerca de sus crímenes sexuales fueron creciendo de forma cautelosa pero firme, siendo parte de muchas de las entrevistas que se le hacían. Con mucho sentido del humor, él negaba todo. Visto hoy, la mayor parte de sus chistes, incluso al comienzo de su carrera, mostraban que todo estaba a la vista. Jimmy Savile era uno de los depredadores sexuales más terribles de toda la historia de Gran Bretaña, tal vez el peor jamás conocido.


El primer episodio presenta su fama, su poder y anuncia lo que vendrá. El segundo episodio es un viaje al infierno. No solo por el horrendo universo de este criminal, sino por la vergüenza para todos aquellos que no fueron capaces de ver o no quisieron ver las señales. Los espectadores que no conocían su historia van a quedar muy impresionados con la división del documental, y aquellos que sí lo conocían, sentirán la misma vergüenza y culpa de aquellos que vivieron aquella época y no fueron capaces de reaccionar frente a las pistas que el propio Neville lanzaba cada vez más en cada aparición. Está claro que la amistad que él tenía con las personas más influyentes del Reino Unido fue lo que lo blindó un poco más. Está claro que él buscó desesperadamente ese blindaje y lo obtuvo. Todo estaba calculado. Eso no justifica el silencio cómplice de varios, incluyendo quienes no quisieron avanzar en las investigaciones.  

Varios temas se desprenden de esta miniserie. La idea de cómo una sociedad o bien es cómplice o bien no puede aceptar una verdad horrible es uno de los temas de la miniserie. Esa sociedad era el peor lugar para que las víctimas se animaran a dar a conocer el horror que el famoso conductor les hizo vivir. Ya de por sí las víctimas son vulnerables, pero lo son aun más si su victimario es, además de poderoso, considerado un santo. La miniserie es un llamado de alarma para cualquier situación semejante en cualquier tiempo o lugar. La serie es muy respetuosa con las víctimas, cuenta lo necesario y no se aferra al morbo. Muchos crímenes quedan fuera de la narración por respeto y para hacer un poco más tolerable todo lo ya de por sí difícil de digerir. Jimmy Savile, un verdadero monstruo del siglo XX.