Peliculas

Finch

De: Miguel Sapochnik

Un hombre solitario recoge lo que puede de un supermercado destruido. Lo acompaña un robot con ruedas donde él va depositando los escasos hallazgos. Un ruido preocupa a Finch (Tom Hanks), el hombre vestido con un traje especial que va por la ciudad buscando las últimas provisiones. Un enorme camión es su vehículo, pero ni eso le alcanza cuando viene una tormenta de arena y apenas si logra llegar a su refugio. Solo son tres allí: el robot con ruedas, un perro y Finch. Si hay más humanos, la escena inicial indica que son un peligro.

Pero Finch tiene un plan: Está armando un autómata al que le carga información sobre los más variados temas, incluyendo la crianza de perros y un manual de una casa rodante que será el vehículo donde los tres mencionados, más el nuevo integrante viajarán para salvar sus vidas. La película cuenta con esos pocos elementos, no necesita más, queda claro que Finch es un hombre con objetivo y que es el último de su vida.

Una narración amable, siempre interesante, más desplegando una mirada melancólica con un personaje que desea poner sus cosas en orden en un mundo destruido y con pocas cosas que ordenar. Solo Tom Hanks puede protagonizar una película así, porque sólo él puede generar la confianza instantánea del espectador. Finch es brillante, más que cualquiera, pero tiene un límite, como cualquier individuo que está solo. Eso es lo que aprende.

La película intenta mantener un rigor que se le escapa de las manos en algún momento, cuando apuesta poner peligro y suspenso. Pero nuevamente, todo es parte del aprendizaje. El autómata, por otro lado, pasa de ser gracioso a ser molesto a luego madurar y entender. Intencionalmente o no su voz se vuelve insufrible pero luego se aplaca, se equilibra. En la melancolía de ese personaje anida el secreto de la película. Evitando prácticamente todo los lugares comunes posibles, la historia no se pasa de sentimentalismo en un tema que tenía todo para caer allí.

Su tono humilde y sus temas ambiciosos combinan bien, aunque tal vez le falta algo de brío para conseguir un final a la altura de toda la propuesta. Lo que es increíble como un actor puede sostener con su trabajo las ideas de un realizador. El mérito cinematográfico es que solo hay un actor, un perro y dos máquinas y nosotros vamos de punta a punta de la historia queriendo saber más. Por si alguien dudaba de la grandeza absoluta de Tom Hanks.