Peliculas

Matilda de Roald Dahl: El musical

De: Matthew Warchus

Cuando a finales de la década del noventa se realizó la adaptación de Las brujas (The Witches) su autor, Roald Dahl, quedó tan decepcionado con el resultado que se negó a que se hicieran más adaptaciones de sus textos mientras él viviera. Seis años después de su muerte, se estrenó una película que seguramente él hubiera amado: Matilda, dirigida por Danny De Vito, con Mara Wilson en el rol principal. No sólo por su lealtad al libro original, sino porque capta a la perfección su espíritu en lo que sin duda es una de las joyas del cine de la década del noventa. Antes de intentar acercarse a la nueva versión, es completamente obligatorio ver Matilda de 1996 por primera vez o nuevamente. Hay películas que no siempre envejecen bien, pero este no es el caso, porque sigue siendo excelente, incluso mejor de lo que se podría recordar.

Pero una obra estrenada en el 2010 y en cartel en el West End londinense desde enero del 2011 volvió irresistible una renovada versión cinematográfica. Matilda: el musical, sigue en cartel desde entonces y ha recorrido el mundo. Tarde o temprano llegaría al cine. Bueno, decir cine es mucho, llega al streaming como contenido, para ser educados. El viejo truco de poner al autor en el título le hará creer a los incautos que se trata de una versión fiel y, obviamente, no lo es. Que esta película se llame Matilda de Roald Dahl: El musical (Roald Dahl’s Matilda the Musical, Gran Bretaña/Estados Unidos, 2022) no solo es un insulto al autor, también falta a la realidad, porque nos guste o no, lo que está adaptando es el musical, no el libro. Dicho esto, ni el libro se merece la comparación, ni es justo para la película hacerla. Quien haya visto el film de 1996 lo extrañará en cada segundo de esta eterna pesadilla musical adaptada al progresismo del 2022.

Para los que no conocen nada de la historia hay que recordar que cuenta la historia de una niña brillante llamada Matilda Wormwood (Alisha Weir) que vive con unos padres que la desprecian y dejan de lado. Cuando la niña finalmente logra ir a la escuela, ya ha pasado años leyendo libros y formándose de forma autodidacta. Una vez escolarizada, conoce a la bondadosa señorita Jennifer Honey (Lashana Lynch) y también a la directora del establecimiento, la temible Agatha Trunchbull (Emma Thompson). En castellano se las conoce como la Señorita Miel y la maestra Tronchatoro, para muchos fans hispanoparlantes de Matilda, esos nombres son más recordados que los originales. Ambas mujeres son las dos caras opuestas de la educación para los niños, representan dos modelos opuestos y su relación con Matilda también lo será.

La única lealtad a Dahl es que la historia vuelve a transcurrir en Gran Bretaña, lo que permite uniformes vistosos y decorados más espectaculares. Cómo es un musical teatral, la película tiene pánico de decepcionar a los fans del teatro y elige contar escenas como si fuera un escenario teatral y no una película.

La película es menos oscura que su antecesora a pesar de tener un costado siniestro. De todas las diferencias notables -las hay muchas, la mayoría marcadas por la agenda woke y la generación de cristal- la más llamativa es que no carga sus tintas contra la televisión. El televisor deja aquí de ser un elemento contrapuesto a los libros y capaz de separar a la familia. Como se trata de un film de Netflix, queda claro que nadie quiere ofender a la pantalla chica. Se les ha quitado valor a los padres también, para que nadie se angustie. Y aunque las comparaciones son odiosas, terminemos diciendo que la protagonista está muy por detrás de la adorable Mara Wilson, que realmente parecía Matilda. Acá la pequeña insufrible es una Rosa Luxemburgo de streaming, con canciones horribles y un aburrimiento con flashbacks circenses.