Peliculas

Tres deseos para Cenicienta

De: Cecilie A. Mosli

Tres deseos para Cenicienta (Tre nøtter til Askepott, Noruega, 2021) es uno de esos estrenos incomprensibles que llegan a las salas de Argentina. Seguro que sus derechos son más baratos que los de muchas mejores películas, pero eso no es excusa para que una película tan irrelevante ocupe espacios en la cartelera. Cuando uno ve películas europeas como esta, se da cuenta hasta qué punto el cine norteamericano ha sido capaz de desarrollar una industria que, con todos sus defectos, está por encima del promedio del mundo. Volvé, Hollywood, te perdonamos.

Esta es la vieja y conocida historia de Cenicienta, pero con un giro. ¿Acaso se puede hacer Cenicienta sin un giro hoy en día? La historia de Cenicienta es tan antigua que ya tenía vida antes de pasar a ser un texto literario. Lo que cuenta tuvo formatos en todo el mundo y se han hecho versiones muy distintas incluso antes de la llegada del cine. Walt Disney hizo la versión más famosa en 1950 y luego una y otra vez apareció en todo tipo de estilos, tonos, géneros y formatos. Tanto en el ballet, como en el teatro, la televisión y el cine, es un personaje sobre el cual se vuelve porque hay algo que el imaginario colectivo que conecta bien con los personajes.

Acá Cenicienta es bien siglo XXI, aunque la historia siga siendo de época. Tiene también un casting daltónico y un concepto más alejado de la fantasía y sin tantos efectos visuales. La protagonista es carismática pero la narración es muy básica y sin mayor vuelo. Se aprovechan los paisajes y se busca cierta verosimilitud en el entorno. La heroína ya no solo es bella, inteligente y destinada a la grandeza, también es una arquera que haría quedar a Guillermo Tell como un novato. La película no es divertida pero tampoco es larga. Si alguien encuentra una versión hablada en noruego le damos un premio, ya que es fácil de conseguir doblada al inglés y a las salas de Argentina arriba, previsiblemente, doblada al castellano.