Peliculas

Tin y Tina

De: Rubin Stein

Tin y Tina parece jugar a varias cosas a la vez. Pero como una parte de su trabajo consiste en referencias a la cultura popular y televisiva española, es posible que algunas sutilezas o detalles de tono se pierdan en el camino. Lola (Milena Smit) pierde su embarazo y entra en una depresión sin fe ni esperanza. Para revertir esa situación va con su marido Adolfo (Jaime Lorente) a un convento de monjas donde conocen a dos supuestamente angelicales hermanos de siete años, Tin y Tina. Aunque a mil kilómetros de distancia ambos niños parecen unos monstruos salidos del infierno, Lola parece conectar con ellos al instante. El niño y la niña son albinos, lo que les da un look El pueblo de los malditos instantáneo e inequívoco. Es posible que la falta de cultura cinematográfica de Lola la ayude a no desconfiar de esta obvia cita cinéfila. Adolfo, por su lado, sí ve en ellos algo perturbador.

En el camino a casa el matrimonio descubre que ambas criaturas son fanáticas religiosas, se saben La Biblia de memoria y tienen la ideología de una monja de hace varios siglos atrás. Estos son los primeros indicios de lo que está por venir. Adolfo mantendrá cierta distancia, pero Lola conectará con ellos y será poco a poco cómplice de sus locuras. Cuando los juegos religiosos se multipliquen y muestren su lado más oscuro, tal vez sea demasiado tarde para ella. La película muestra todo esto entrando y saliendo de un tono que por momentos parece muy sutilmente paródico, pero tampoco lo deja en claro.

Asustar no asusta nunca y su conexión evidente con La profecía y El bebé de Rosemary se ve también mezclada con algo de ¿Quién puede matar a un niño? La película está todo el tiempo al borde de una gran escena que no llega y un desenlace poco satisfactorio porque entre tanta cita a otras películas parece que nunca va a llegar a tener vida propia. La protagonista, Milena Smit, tiene el don de no ser creíble en ningún momento, pero le agrega un inquietante detalle el que el niño, Tin, es muy parecido a ella. Terror religioso que tal vez está intentando decir algo sobre el catolicismo, pero tampoco lo expresa de forma muy clara, más allá de la obvia descripción del fanatismo.